Autor: pc
Temática: General
Descripción: 6 ―Dice que eres hermosa ―le dice―. Eso es porque se está comiendo tus tetas con los ojos como un chico de doce años. Le saco el dedo y él ríe, levantando sus manos como si estuviera rodeado de policías. ―¿Qué? ―pregunta, todavía haciendo señas. Pero ella puede oírlo―. Si vas a ser rudo y hacer señas alrededor de ella, voy a decirle lo que dices. Como si tuviera otra opción además de hacer señas. ―¿Nunca escuchaste de un código secreto entre hermanos? ―Señalo. ―Empiezas a susurrarme secretos en el oído, idiota, y golpearé tu cabeza fuera de tus hombros. ―Puedes intentar, imbécil. Se ríe. ―Está hablándome todo romántico ―le dice―. Algo acerca de besar su trasero. ―Ella está sonriendo ahora. La sonrisa me golpea lo suficientemente duro que estaría de rodillas, si no estuviera atorado detrás de esta mesa. Quita un mechón de cabello negro de su cara, metiéndolo junto con una hebra azul detrás de su oreja. La veo abrir su boca y empezar a hablar. Pero mira a mi hermano en su lugar. ―¿Puede leer los labios? ―pregunta. ―Depende de cuánto le gustes ―dice mi hermano con un encogimiento―. O cuán mal se está sintiendo ese día. ―Arquea su ceja hacia mí, y entonces su mirada viaja hacia la mesa. Mierda. Me vio ajustar mi pene―. Diría que le gustas mucho. Esta vez, ella cierra fuertemente sus ojos, haciendo una mueca mientras sonríe. No dice nada. Pero entonces mira directamente a mí, y dice: ―Quiero un tatuaje. ―Señala hacia el frente de la tienda. Todavía está hablando, pero no puedo ver sus labios moverse si no está mirándome. Quiero prestar mucha atención a su cara, ponerme de pie así puedo ver esos labios rojo cereza moverse mientras me habla. A mí. Dios sabe que está